EL PERDÓN
Pocas veces
somos ofendidos; muchas veces nos sentimos ofendidos.
somos ofendidos; muchas veces nos sentimos ofendidos.
Perdonar es
abandonar o eliminar un sentimiento adverso contra el hermano.
abandonar o eliminar un sentimiento adverso contra el hermano.
¿Quién sufre:
el que odia o el que es odiado?
el que odia o el que es odiado?
El que es
odiado vive feliz, generalmente en su mundo.
El que cultiva el rencor se parece a aquél que agarra una brasa ardiente o al
que atiza una llama; pareciera que la llama quema al enemigo, pero no, se quema
uno mismo.
odiado vive feliz, generalmente en su mundo.
El que cultiva el rencor se parece a aquél que agarra una brasa ardiente o al
que atiza una llama; pareciera que la llama quema al enemigo, pero no, se quema
uno mismo.
El
resentimiento sólo destruye al resentido.
resentimiento sólo destruye al resentido.
El amor propio
es ciego y suicida; prefiere la satisfacción de la venganza al alivio del
perdón, pero es locura odiar: es como almacenar veneno en las entrañas.
es ciego y suicida; prefiere la satisfacción de la venganza al alivio del
perdón, pero es locura odiar: es como almacenar veneno en las entrañas.
El rencoroso
vive en una eterna agonía.
vive en una eterna agonía.
No hay en el
mundo fruta más sabrosa que la sensación de descanso y alivio que se siente al
perdonar, así como no hay fatiga más desagradable que la que produce el rencor.
mundo fruta más sabrosa que la sensación de descanso y alivio que se siente al
perdonar, así como no hay fatiga más desagradable que la que produce el rencor.
Vale la pena
perdonar, aunque sea sólo por interés, porque no hay terapia más liberadora que
el perdón.
perdonar, aunque sea sólo por interés, porque no hay terapia más liberadora que
el perdón.
P. Ignacio
Larrañaga
EL PERDÓN tambien puede encontrara en WEB Católico de Javier.
Larrañaga
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