viernes, 22 de enero de 2016

La ventana

La ventana

La ventana

Una pareja de recién casados se mudó a
una tranquila zona residencial.
Durante la primera mañana en la casa,
mientras tomaba café, la mujer se dio cuenta a través de la ventana de que una
vecina colgaba sábanas en el tendedero.
¡Que sábanas tan sucias cuelga la vecina
en el tendedero! Quizás necesita un jabón nuevo… ¡Me gustaría ayudarla a lavar
las sábanas!
El marido miró y quedó callado.
Y así, cada dos o tres días, la mujer
repetía su discurso, mientras la vecina tendía sus ropa al sol y el viento.
Al mes, la mujer se sorprendió al ver a
la vecina tendiendo las sábanas totalmente limpias, y dijo al marido:
¡Mira, ella ha aprendido a lavar la ropa!
¿Le enseñaría otra vecina?
El marido le respondió:
No, ¡hoy me levanté más temprano y lavé
los vidrios de nuestra ventana!
Y la vida es así. Todo depende de la
limpieza de la ventana a través de la cual observamos los hechos. Antes de
criticar, quizás sería conveniente comprobar si hemos limpiado el corazón para
poder ver más claro.


Entonces podremos ver claramente la
limpieza del corazón de los demás…