domingo, 22 de marzo de 2015

Qué significa virtual

Qué significa virtual

¿QUÉ SIGNIFICA VIRTUAL?

Un día que tenía mucha hambre entré
apresuradamente a un restaurante. Escogí una mesa bien alejada del bullicio,
porque quería aprovechar los pocos minutos que tenía ese día y utilizarlos para
comer y concretar algunas ideas de programación, de un sistema que estaba
desarrollando. Además, tenía ganas de planificar mis vacaciones, que desde hace
mucho tiempo no sé lo que son.


Pedí una ensalada y un filete de salmón
con alcaparras en manteca, para calmar el hambre voraz que tenía en ese
momento.
Abrí mi ordenador portátil y mientras
arrancaba el sistema operativo, me llevé un susto con aquella voz bajita detrás
de mí:
- Señor, ¿me da algo de dinero?
- No tengo, pequeño.
- Por favor, sólo una moneda para comprar
pan.
- Está bien, yo te compro uno.
Para variar, mi cuenta de correo estaba
llena de e-mails. Me entretuve leyendo poesías, bonitos mensajes, riendo de
esas divertidas bromas, etc. Ahhh! Esa música me trasladaba a México D.F.,
recordando un hermoso tiempo pasado.
- Señor, pida que le pongan al pan manteca
y queso también!
En ese momento, me dí cuenta que el
pequeño estaba a mi lado.
- Bien, pero después me dejas trabajar,
que estoy muy ocupado, ¿de acuerdo?
Llegó mi comida y con ella la realidad.
Hago el pedido del pequeño, y el camarero me pregunta si quiero que el niño sea
retirado. Mi cargo de conciencia me impide tomar una decisión, y digo:
- No, no pasa nada. Deje que se quede.
Traiga el pan y un plato de ternera con patatas fritas para él.
Entonces el niño se sentó frente a mí y
preguntó:
- Señor, ¿que está haciendo?
- Estoy leyendo e-mails.
- Y ¿que son e-mails?
- Son mensajes electrónicos enviados por
personas vía Internet.
Sabía que él no iba a entender nada y
para evitar preguntas adicionales le dije:
- Es como si fuese una carta, pero que se
envía por Internet en formato electrónico en vez de echarla al buzón del correo
postal.
- Señor, ¿usted tiene Internet?
- Sí que tengo, es esencial en el mundo
actual.
- Y ¿qué es Internet, señor?
- Es un lugar en la computadora donde
podemos ver y oír muchas cosas, como por ejemplo noticias, música, conocer a
otras personas, leer, escribir, trabajar, aprender. Tiene de todo, pero en un
mundo virtual.
- Y ¿qué es lo virtual, señor?
Decido dar una explicación simplificada,
con la certeza de que él poco va a entender, y me va a permitir comer mi
almuerzo con tranquilidad.
- Virtual es un lugar que imaginamos,
algo que no podemos tocar, alcanzar. Un lugar en el que creamos un montón de
cosas que nos gustaría hacer. Creamos nuestras fantasías, transformamos el
mundo en casi como quisiéremos que fuese.
- ¡Qué bueno! ¡Me gusta!
- Pequeño, ¿entonces has entendido lo que
es virtual?
- Sí señor, yo también vivo en este mundo
virtual.
- ¿Y tú tienes ordenador?
- No, ¡pero mi mundo también es de ese
estilo, virtual! Mi madre pasa todo el día fuera, llega muy tarde y casi que no
la veo. Yo me paso horas cuidando a mi hermano pequeño que vive llorando de
hambre, y muchas veces le doy agua para que él piense que es sopa. Mi hermana
mayor sale todo el día, dice que va a vender su cuerpo, más yo no entiendo,
pues ella vuelve siempre con su cuerpo. Mi padre está en la cárcel desde hace
mucho tiempo. Y yo siempre imagino a toda la familia junta en casa, mucha
comida, muchos juguetes en Navidad, y yo yendo a la escuela para ser un gran
médico algún día. ¿Esto no es virtual, señor?
Cerré mi ordenador portátil, no antes de
que mis lágrimas cayeran sobre el teclado.
Esperé a que el niño terminase
literalmente de "devorar" su plato, pagué la cuenta y le dí el cambio
al pequeño, quien me lo retribuyó con una de las más bellas y sinceras sonrisas
que jamás había recibido en mi vida. Y además con un "Gracias señor, usted
es un maestro!".


Ahí, en ese instante, tuve la mayor
prueba del virtualismo insensato en que vivimos todos los días, en cuanto a la
cruel realidad rodeada de verdad, que hacemos como si no la percibiéramos!

lunes, 16 de marzo de 2015

Imágenes más que textos

Imágenes más que textos



Imágenes más que textos
Una vez una
profesora quiso dar una clase a sus alumnos sobre Jesús. Como buena pedagoga,
empezó hablando de Jesús, sin decir su nombre, esperando que los alumnos adivinaran
de quien estaba hablando.




Empezó diciendo: Os voy a contar la historia de una persona muy bondadosa, que
nació muy pobre, de tal modo que ni siquiera los vecinos se enteraron de su
nacimiento. Nació estando sus padres de viaje. Como era pobre, nadie les
acogió, ellos tampoco tenían dinero para irse a una posada. Tuvo que nacer en
una cueva abandonada, quizá utilizada anteriormente por pastores que guardaban
el ganado en la montaña, donde se refugiaban cuando venían a la aldea.

Después este niño creció y aprendió el arte y el oficio de su padre que era
carpintero. Fue ayudante de su padre hasta ser un joven maduro… Todo el mundo
le conocía como el hijo del carpintero.

Cuando tenía edad de casarse, en vez de buscar una novia, empezó a preocuparse
de tal manera por los demás, sobre todo por los pobres, que se olvidó
prácticamente de la profesión y vivió sólo preocupado por ellos. Hablaba de
Dios a las personas con las que se cruzaba por los caminos, se detenía junto a
los enfermos, les cuidaba las heridas, consolaba a los tristes y desanimados,
buscaba las ovejas perdidas para conducirlas al redil y comía con la gente
sencilla. Le veían muchas veces en compañía de pecadores y de gente de baja
reputación, incluso comía con ellos. Todos le querían mucho y era una alegría
escucharle. Decía cosas que iban directas al corazón de la gente. 

Iba todavía por la mitad de la historia, cuando un niño interrumpió a la
profesora y, con desparpajo, le dijo: yo sé quién es, yo sé quién es esa
persona.

La profesora sintió una enorme recompensa con la intervención del niño y quiso
darle la oportunidad de que mostrara sus conocimientos de catecismo. Entonces
el niño respondió sin titubear: es el sr. Armando, vive en mi barrio, yo le
conozco muy bien.

Era eso exactamente: el sr. Armando reflejaba a la perfección los rasgos de
Jesús. Era como su retrato. 

Creados a imagen y semejanza de Dios, estamos llamados a ser antes que
"textos" o palabras, "imágenes". Hoy tenemos quizá
demasiados textos y pocos retratos. El Beato Pablo VI decía que los hombres de
nuestro tiempo creen más en los que dan testimonio que en los que enseñan; y
sólo creen en los que enseñan si son testigos.